ESTRÉS y ANSIEDAD
¿Qué es el estrés?
El estrés es un conjunto de respuestas psicofisiológicas que se activan cuando percibimos una situación como amenazante para nuestra integridad. Es decir, es una respuesta natural del organismo que nos prepara para hacer frente a una situación que valoramos como peligrosa. Nos energetiza para actuar y hacer frente a dicha situación.
Para la generación del estrés, el organismo modifica diferentes áreas como el fisiológico, el neuroendocrino o el psicológico, por lo que vemos que es un proceso complejo. Se ponen en marcha diferentes sistemas del organismo porque la función que tiene es importante. De hecho, el estrés nos ha ayudado a sobrevivir como especie, porque nos pone suficientemente alerta ante el peligro. Es una aliada natural que nos beneficia y se preocupa por nosotros.
Dicho de otro modo, es la reacción que se genera en nosotros cuando salimos de la zona de confort, y no estamos seguros de poder afrontar la nueva situación con éxito. Para activar la respuesta del estrés el cerebro necesita valorar como amenazante una situación, y es más fácil que pase esto cuando experimentamos algo por primera vez. Por lo que es normal sentir estrés en épocas de cambios, o cuando experimentamos por primera vez alguna nueva situación.
Causas del estrés
Las causas pueden ser muy variadas, porque entra en juego la valoración personal. Como he dicho más arriba, para su activación es imprescindible que el cerebro evalúe como amenazante una situación, pero esto puede variar según la persona.
Es verdad que, probablemente, encontrarnos con un lobo durante un paseo por la montaña nos estrese a cualquiera. De igual manera que, constatar que estamos a punto de quedarnos sin aire haciendo submarinismo. Es decir, existen situaciones que todas las personas las entendemos por amenazantes. Pero en la vida diaria, donde no acostumbramos a vivir situaciones tan extremas, toma mucha importancia la subjetividad a la hora de decidir si son peligrosas o no las situaciones.
Cuando hablo de la subjetividad, me refiero a la manera en la que evaluamos la situación, la capacidad que tenemos de superarlo, el estilo con el que afrontamos los problemas, si tenemos o no una red social de apoyo, etc. Todos estos rasgos subjetivos son importantes porque influyen en la manera en la que evaluamos una situación o un suceso.
Diferencias entre estrés y ansiedad
La ansiedad es la emoción principal que sentimos en situaciones estresantes, es decir, es la manera en la que nos sentimos. El nerviosismo, el miedo, la actitud hiper vigilante, etc., suelen ser parte de la vivencia ansiosa cuando estamos estresados.
La ansiedad suele ser la manifestación del estrés en el plano psicológico, y de lo que solemos ser conscientes en este tipo de situaciones. Porque no hay que olvidar que, existen otros elementos del estrés más allá del plano mental, como he dicho más arriba.
¿Cuándo se convierte en dañino el estrés?
Se le llama distrés o estrés malo cuando no es adaptativo y no nos ayuda a afrontar las situaciones de peligro. Existen diferentes contextos en los cuales puede aparecer el distrés, y puede ser nocivo para nuestra salud. En los siguientes casos que os detallaré, en vez de ayudar, se convierte en un peligro real para nuestro bienestar.
Uno de estos casos es cuando el estrés se cronifica y se alarga en el tiempo. Una exposición constante a factores estresantes provoca que nuestro organismo no pueda relajarse. Se mantiene en estado de alerta permanentemente y esto puede provocar problemas de salud. Está bien documentado que el estrés crónico afecta negativamente en el sistema inmunológico (Sirera et al., 2006), el sistema cardiovascular (Razali, 2008; Smith y Blumenthal, 2011) o el sistema digestivo (Piqueras et al., 2008), por poner solo unos ejemplos.
Estrés post traumático
El TEPT (trastorno por estrés postraumático) es otro de los tipos que nos puede perjudicar. Se desencadena a raíz de vivir una situación muy intensa y traumática, y los síntomas perduran en el tiempo. La muerte de un ser querido, un accidente, un suceso medioambiental, etc., son ejemplos de situaciones que pueden generarlo. El confinamiento es otro de los motivos que puede generar estrés postraumático, por lo que, tendremos que observar si los síntomas perduran en el tiempo una vez volvamos a la normalidad.
Otro caso en el que el estrés deja de ser adaptativo es cuando nuestro cerebro valora como peligrosas situaciones que no lo son. El cuerpo reacciona preparándose para hacer frente al peligro aunque, en realidad, no exista una situación peligrosa. Si esto sucede esporádicamente no es mayor problema, pero puede comenzar a suceder muy a menudo. Se da la energetización pero no la descarga, por lo que nos quedamos ansiosos, con nerviosismo y malestar. Esto puede generar diferentes tipos de complicaciones como el TEA (trastorno por estrés agudo) o el burnout laboral, por lo que nos puede generar mucho malestar.
Estrés en tiempos de confinamiento
El confinamiento está siendo un evento antes nunca vivido por nuestra generación, y como tal, es una situación nueva. Por lo que es terreno abonado para el estrés. Además, no podemos olvidar las incertidumbres relacionadas con la pandemia, como el efecto del virus, la situación económica, etc., porque aumentan la incertidumbre general y son potenciadores del estrés.
Cada vez más voces del mundo de la psicología están alertando del peligro que existe de desarrollar estrés post traumático debido al confinamiento y a la pandemia. Alertan de que probablemente un tercio de la población sufrirá estrés post traumático o algún otro problema psicológico. Esto quiere decir, que la situación actual está siendo lo suficientemente estresante e intenso como para que los síntomas perduren, una vez acabado el estado de excepcionalidad.
Merecen una mención especial los colectivos más vulnerables como los niños, las personas mayores o los trabajadores que han arriesgado cada día su salud durante el confinamiento. Se prevé que el estrés post traumático tendrá mayor incidencia en estos colectivos, aunque nadie lo sepa a ciencia cierta.
Te puedo ayudar con el estrés
La psicoterapia es una de las mejores opciones para aprender a controlar el estrés y minimizar sus efectos negativos. En el caso de que esté claro su origen, te ayudaré para que lo puedas gestionar de una manera más saludable. En cambio, si tiene un origen desconocido, mediante el trabajo terapéutico conseguiremos poner luz sobre las causas que lo generan y te acompañaré para que los puedas ir modulando.
Si estás sufriendo con el estrés no dudes en contactar conmigo.
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