Cuando alguien me pregunta qué es la Terapia Gestalt, intento dar una respuesta sencilla y concisa. Es esto o aquello. Pero dejo fuera de la respuesta demasiados matices como para quedarme satisfecho con la explicación. Hoy os daré la respuesta que se merece tal pregunta, y profundizaré en la Terapia Gestalt y en sus raíces humanistas para que podáis tener una idea clara al final del artículo.
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En qué consiste la Terapia Gestalt
La Terapia Gestalt es un tipo de psicoterapia creada en la década de los años 50 por Fritz y Laura Perls. Cómo cualquier terapia psicológica, la palabra es su principal herramienta y tiene por objetivo el bienestar psicológico y emocional de las personas. La Terapia Gestalt es una de las psicoterapias que se integran dentro del grupo de las terapias humanistas, por lo que os explicaré en qué consisten y me centraré en las características de la Terapia Gestalt que le incluyen dentro de la corriente psicológica humanista.
Terapia Humanista
Como expliqué en el artículo sobre los diferentes tipos de psicoterapia, la psicología humanista fue la tercera gran corriente que surgió dentro de la psicología. Nació como respuesta a las dos grandes corrientes que existían hasta ese momento: el psicoanálisis y el conductismo. Su objetivo era ir más allá de la visión reduccionista o patológica de la psicología que tenían estos dos, y empezar a abordar el estudio de las personas sin olvidar que no hablamos de una ciencia exacta.
Entre las principales ideas que defendía esta tercera corriente psicológica estaba lo importante que era ver a las pacientes como personas, no sólo como patologías o máquinas imperfectas. Investigaron sobre el efecto que tenía la mirada de la psicóloga sobre la paciente, y descubrieron que sentirse escuchada, aceptada y apoyada se convertían en factores muy importantes para la mejoría de los síntomas. Se puede decir que pusieron sobre la palestra la importancia y la utilidad terapéutica que tiene la humanidad de la profesional en el trato con la cliente.
Autorregulación organísmica
Otra de las principales ideas que aportaron fue la confianza en la autorregulación organísmica. Es decir, las personas, como los animales, tendemos a mejorar y mostrar nuestra mejor versión en todo momento. Estamos creados para hacer lo posible para sobrevivir, y esto nos lleva a buscar el bienestar. No estamos pensados para degradarnos y desaparecer, sino para estar bien y perdurar.
Cuando una persona no está bien o lleva a cabo acciones que van en su contra, es porque no sabe hacerlo mejor. Las inercias que ha recibido desde la infancia, o el contexto que tiene actualmente no le ayudan. Su tendencia a mejorar y a conseguir su mejor versión posible sigue intacta, pero se encuentra bloqueado. Lo que necesita es un contexto sanador donde pueda desbloquear su capacidad de autorregularse, y es aquí donde la terapeuta humanista pone mucho énfasis. Porque la paciente tiene mucho potencial para sanarse a sí mismo. No le sana la terapeuta, sino su capacidad desbloqueada para la autorregulación organísmica.
Potencial humano
Lo dicho hasta ahora evidencia la plena confianza que tienen las terapeutas humanistas en el potencial de las pacientes. Entendiendo el potencial como la capacidad de mejora general y superación de los síntomas cuando el contexto acompaña. Por esto, las terapias humanistas no se centran en hacer desaparecer un síntoma concreto, sino que buscan brindar el contexto seguro necesario para generar una mejoría general de base y así conseguir la desaparición de los síntomas.
Crecimiento personal
Tener por objetivo la mejora general, o lo que es lo mismo, la creación de una base segura y sólida que nos ayude a afrontar los vaivenes de la vida, convierten a las terapias humanistas y a la Terapia Gestalt en una muy buena opción para el crecimiento personal. Porque no se centran sólo en hacer desaparecer los síntomas como otras psicoterapias, sino que acogen y tratan el síntoma para intentar mitigarlo a la vez que trabajan en la creación de esa base sólida antes mencionada.
Autoconocimiento
El autoconocimiento es el pilar fundamental del crecimiento personal. Tenemos que ir conociendo nuestras partes apartadas para que podamos reconocerlas e integrarlas a nosotras. Cualquier proceso de desarrollo personal se basa en el progresivo reconocimiento de las características olvidadas de la persona, y para eso la terapia suele ser la mejor herramienta. Ya que, una terapeuta especializada te guía en el camino de ir profundizando en tus diferentes capas de personalidad.
Polaridades Gestálticas
El proceso de ir descubriendo y conociendo nuestras caras olvidadas pasa por el reconocimiento de las polaridades. Cuando decimos que «yo soy esto o aquello», dejamos de lado la polaridad de esa característica. Si yo me considero bueno, normalmente no me suelo considerar malo, y solo me identifico con una de las polaridades. Esto suele ser lo común, porque no nos gusta identificarnos con características o rasgos de personalidad que consideramos negativos o censurables.
El trabajo terapéutico centrado en el crecimiento personal pasa por integrar las dos polaridades y poder reconocerlos. Esto quiere decir que cada una puede tener su utilidad según el contexto, y que cada una nos puede aportar algo positivo en la vida. Este reconocimiento de las polaridades tiene como efecto una sensación de relajación, ya que, mantener partes nuestras ocultas requiere de mucha energía y tensión interna.
Aceptación
La Terapia Gestalt promueve la aceptación de cada persona tal como es. Muchos de los sufrimientos que padecemos vienen de no aceptarnos y de querer ser diferentes. Estamos en permanente lucha entre lo que somos y el ideal al que nos gustaría parecer. Vivimos esto con una tensión interna que a veces se hace manifiesta, pero otras veces se mantiene fuera de nuestra conciencia. Cuanto más buscamos el cambio más se nos resiste y, en cambio, gracias a la paradoja del cambio, cuanto menos lo buscamos más aparece. El objetivo de la terapia es dejar de fastidiarnos por ser como somos.
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En Drala Gestalt tenemos años de experiencia en el acompañamiento terapéutico de las personas y en procesos de crecimiento personal. Somos expertos en la materia, y hemos visto innumerables veces los beneficios que tiene el autoconocimiento en las personas que vienen con sufrimiento emocional y psicológico. Porque no hay mejor manera de hacer desaparecer los síntomas que crear una base sólida yendo a la raíz de los problemas. Esto es lo que nos evitará futuros sufrimientos.
No dudes en pedir una primera cita gratuita donde nos podremos conocer y enmarcar el trabajo que haremos. ¡Te esperó!