Las adolescentes son las grandes incomprendidas entre todas las personas de diferentes edades.
La adolescencia es un periodo de grandes cambios donde nuestras hijas adolescentes se hacen adultas en pocos años. No es fácil entender la naturaleza de semejante cambio y es muy común que las progenitoras no sepan cómo acompañar a sus hijas en este momento tan importante. Arrojaré un poco de luz desde la Terapia Gestalt para entender mejor esta convulsa etapa.
Es importante recordar que la adolescencia es una constante tensión entre ser niña y convertirse en adulta. Las adolescentes viven esa tensión internamente y lo pueden mostrar de diferentes maneras. Algunas pueden ser más problemáticas para la convivencia familiar que otras, pero todas derivan de la naturaleza propia de la adolescencia: falta de comunicación entre progenitoras e hijas, actitudes desafiantes, problemas en el rendimiento escolar, retraimiento, apatía…
Es normal no saber cómo mejorar la situación ni qué hacer para que dichos comportamientos cambien. Además, en esa lucha entre hacerse mayor y seguir siendo niña las madres son la diana de la mayoría de sus emociones tan cambiantes, lo que dificulta la tarea.
La Terapia Gestalt ofrece un espacio seguro a las adolescentes donde se sentirán escuchadas, respetadas y aceptadas. Esto es muy importante para que nos dejen entrar en su mundo interior, el cual tantas veces las madres solo lo conocen parcialmente, y poder conocer cuál es su realidad.
Le daremos mucha importancia a cómo se sienten, qué es lo que piensan, lo que anhelan. Podrán expresar las cosas que por diferentes motivos no se atreven a decir a las familiares ni a las amigas y sentirán liberación por tener este espacio para sí.
Esta será la base desde donde trabajaremos los aspectos de su comportamiento que provocan malestar familiar o escolar. Poco a poco iremos entendiendo qué emociones se esconden detrás de cada comportamiento y podremos trabajar el fondo de cada cuestión.
Conseguiremos que desarrollen una mejor autoestima y que sean más conscientes de las reacciones que provocan sus actos en la gente de alrededor. Elaboraremos el tema de los límites. Revisaremos la manera que tienen de relacionarse. Todo esto será posible gracias a la confianza y el vínculo sano que estableceremos entre nosotras.
La terapia será un soplo de oxígeno para las adolescentes donde, con paciencia y dedicación, aprenderán a afrontar de una manera más constructiva su vida.
Nota: El artículo está escrito íntegramente en femenino para evitar el uso del lenguaje excluyente. He valorado otras opciones, pero creo que esta es la que más legible hace el texto. En todos los artículos que publicaré en este blog utilizaré el lenguaje inclusivo.